
RELATO
Jupiter Jones (Kunis) nació bajo el cielo de la noche, y las señales apuntaban a que estaba llamada a grandes cosas. Ya mayor, Jupiter sueña con las estrellas, pero se topa con la fría realidad de su trabajo como limpiadora de casas y un sin fin de rupturas problemáticas. Y no empieza a ser consciente del destino que le estaba aguardando hasta que Caine (Tatum), un cazador ex militar genéticamente modificado llega a la Tierra para perseguirla; y es que su firma genética la señala como la continuación en la cadena de una herencia extraordinaria que podría alterar el equilibrio de todo el universo.
“El Destino de Júpiter” (Jupiter Ascending, 2015) termina siendo un film demasiado rebuscado dentro de la sencillez de su trama, tan colmada de elementos comunes al género, que desvía la atención sobre lo que realmente ocurre en la pantalla.